viernes, 28 de septiembre de 2012

XXXVII

Si tu me hubieras dicho
siempre la verdad...
Verdad desnuda y cruel,
verdad inquietante y clara.
No me amabas, ahora lo se.
Si tu me hubieses dicho
siempre la verdad...
No te habría escuchado,
el hechizo de tus ojos
robó mis sentidos...
Tus ojos grises
de mirada falsa.
Tus ojos falsos
de grises reflejos.
Tus bellos ojos.
Cuando sueño con ellos
no quiero despertar.
Quiero que vuelvan.
Que me miren
y me mientan otra vez.
Merece la pena
sólo por verlos.
Tus ojos...

Santi Malasombra

jueves, 20 de septiembre de 2012

XXXVI

¿Dónde nos vemos?
Si negros son tos ojos,
en la caricia de la noche.
Si grises, en las nubes
que anuncian la lluvia.
Si verdes, en la hierba fresca
vestida con madrugador rocío
Si azules, en las olas del mar
que me hipnotizan.
¿Dónde nos vemos?
¡No me lo digas!
¡Te encontraré!
 
Santi Malasombra
 
Cuando Afrodita me hablo de ti
a buscarte mi vida dediqué.
En el desierto a Helios vencí
y en el mar con Neptuno luché.
La guerra libré con Marte
y, victorioso, tu amor conseguí.
¿Quién dijo miedo?
 
Santi Malasombra


 

domingo, 16 de septiembre de 2012

XXXV

Entre las pesadillas que invaden mi sueño
escucho la voz que me libera.
El aullido que calma mi espíritu,
el grito que otorga paz a mi alma.
La loba que, con su voz,
despierta mis sentidos.
Sentidos que vagaban entre tinieblas.
Luz que ilumina mi vida,
no te apagues,
no desfallezcas.
Un solo resquicio de tu luz
da más vida que mil soles.
Un sólo susurro tuyo
alimenta mi cuerpo.
Susurros, gritos o aullidos.
Todo me completa.
Te escucho...

Santi Malasombra

jueves, 13 de septiembre de 2012

XXXIV

¿Te acuerdas?
De aquel baile lento
en una noche de tormenta.
Se fue la luz y la música.
Iluminado por tus ojos
y al son de tus labios
seguimos bailando.
Tus manos de seda
que rodeaban mi cuello
se tornaban de acero
ante los truenos.
El amanecer nos alcanzó
entre sábanas y piel.
-Que vuelva la tormenta-
susurraste en mi oído.
-No se ha ido, amor mío;
La tormenta eres tu.
 
Santi Malasombra

miércoles, 5 de septiembre de 2012

XXXIII

Noche implacable y cruel.
Invades con insaciable gula
el corazón abandonado sembrando miedo,
desesperación y duda.
Sollozos apagados por el silencio.
Lágrimas que la suave luz del amanecer no percibe.
Dolor camuflado en la eterna madrugada.
Espinas que laceran el alma.
El abrazo que no llega.
La dulce voz que sana las heridas no está.
Noche que no acaba.
Reloj de agujas perezosas.
Prisionero de pesadillas reales.
Maldiciones que no liberan.
La egoísta soledad no permite visitas
El amanecer abrirá tu celda.
El día te hará respirar de nuevo.
La noche volverá, si.
Pero bébete la luz de la mañana y sonríe.
Merecerá la pena.
 
Santi Malasombra