lunes, 22 de abril de 2013

LXI

El silencio de la noche no es tal.
Gritos desesperados
que nadie escucha.
Lágrimas del insomne
que nadie ve.
Saetas que la sangre derrama
en la oscura soledad y nadie cura.
Minutos que horas parecen
en el noctámbulo reloj.
No amanece, no amanece.
La luna da una tregua,
pero no es suficiente.
Madrugada asesina de almas
que susurran y suplican
la claridad del nuevo día.
No amanece, no amanece.
Cobardes y valientes.
Traidores y héroes
en la oscuridad
igualan fuerzas.
Unidos por el destino
caminan juntos
hasta el amanecer.
Ya amanece.
¡Por fin amanece!

Santi Malasombra

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