domingo, 23 de marzo de 2014

LXXVIII



Te busqué en el primer fuego
que sobre la tierra crepitó.
Te busqué en el agua
que la primera sed sació.
Te busqué en el fruto
que con el hambre acabó.
Te busqué en la hierba
que el sueño aplacó.
Te busqué en el primer beso
que los sentidos turbó.
Te busqué en la primera caricia
que el cuerpo estremeció.


Te busqué en el rey Sol,
en el poderoso mar,
en el caprichoso río,
en la pureza de la lluvia,
en la inquietante niebla,
en la hechizada luna,
en la sombra de la noche,
en la temida tormenta,
en la llamada del lobo,
en la melodía de las sirenas.
en el dulce amanecer,
en la pureza de las flores,
en el alma de los árboles.


Amarga búsqueda que no cesa,
desesperado encuentro
que no llega.
¿Dónde está el amor
que creí ver en tus ojos?
Espejismo salvaje,
realidad confusa.
Sé que existes.
Lo he sentido.
¿Dónde estás?
Sigo buscando...
Sigo...


Santi Malasombra

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