martes, 24 de julio de 2012

XIX

Las circunstancias intentaron arrebatarme la niñez.
Y lo consiguieron. Se fue al cielo con mi alma.
Pero luché sin descanso, sin tregua.
He vencido al maldito destino
recuperando la niñez en mi traje de adulto.
En todas las guerras hay bajas.
Dolorosas bajas que me obligan a derramar lágrimas.
Pero compensa vivir con su recuerdo.
Mi lucha tendrá sus frutos
cuando me una a ellos.
Y, en el paraíso al que aspiro a llegar me digan:
Hijo mío, estamos orgullosos de ti.
Santi Malasombra

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