Soy el alquimista que te busca.
No es de oro mi ansia...mi deseo.
Ni de placeres mundanos pasajeros...
No conozco la fórmula mágica.
Añadiré la calidez de tu aliento
a esta marmita imaginaria...
Tus humedos besos de rojos labios.
Tus manos aprisionando mi cuello,
tu pecadora cintura entre las mías,
y la mía presa de tus piernas.
Nuestro lecho dará calor
a la quimérica mezcla.
Sudorosos escalofríos aportarán
tu dulce y salado cuerpo desnudo.
Agitada respiración...
Tus uñas en mi espalda clavadas...
Susurros que ensordecen mi alma...
Ojos cerrados que anuncian el fin...
Abro los míos y la marmita no está...
Sólo una loba que me embriagó de pasión,
de gozo, de vida...
La quimera no existe...
Sólo tu...
Santi Malasombra
No hay comentarios:
Publicar un comentario